¡Ahí te va!
Sobre el piso, una sombra camina a lo largo de las horas más soleadas del día que transcurre tranquilo en la ciudad de Zacatecas, Zacatecas; es el famoso teleférico rojo que viaja incontables vueltas desde el cerro de La Bufa (vejiga de cerdo) rumbo al cerro El Grillo. Ambos montículos, tierras insignes y fieles testigos de trascendentales sucesos acontecidos durante la época colonial.
Un poco rebuscada es la descripción anterior, tal como lo es la fachada de la catedral- basílica- de la ciudad capital, en donde las palomas hallan su camino entre las redes que protegen la naranja cantera que la sostiene. A un costado, el Palacio Municipal, y “a un callejón” sobre la Av. Hidalgo, el Teatro Calderón. Zacatecas, una hermosa ciudad, hoy Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Travesía es la palabra correcta para describir al camino que lo guía a uno rumbo a tierra colorada, tierra en donde abunda el zacate. Para arribar a dicho estado de la República Mexicana- desde “la Ciudad de la Esperanza”-, necesario es cruzar el Estado de México, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí. Una ruta con paisajes, a mi gusto medianamente agradables.
Zacatecas, vista desde el cerro "La Bufa". Autor Paloma Oseguera. |
Primero, sobre la carretera 57, las enormes bestias de doble semi-remolque hacen tambalear a los pequeños híbridos a su paso. A un costado, extensos kilómetros de construcción vial y habitacional se emparejan con el gris del cielo nublado. Posteriormente, las ciudades industriales ganan terreno en el paisaje hasta verse desplazadas por un blanco desierto que pareciera no tener fin. Es hasta que la tierra se pinta de rojo, cuando principia Zacatecas, estado dueño de dos de los cuarenta Pueblos Mágicos que existen en México.
Y altercados con la “ley vial” no se salva uno de tener en dicho trayecto. El policía, mañoso, gusta de suscitar pánico en los conductores, pero si resulta ser mal cultivador, el chofer del automóvil sale “ganon” y se retira a su destino con las manos limpias y los bolsillos aún habitados por Sor Juana, Don Benito, Nezahualcóyotl, el “Padre de la Patria” y la pareja de artistas Diego y Frida.
Banda Zacatecana. Autor Paloma Oseguera. |
Pero uno se da cuenta que la pena vale pasarla, cuando se degusta el famoso Asado de Boda, cuando el color melón de la ciudad colorea nuestras fotografías, cuando nuestros pies y nuestras rodillas trabajan en conjunto para prevenir que nos resbalemos en sus empinados callejones; y cuando los coches marchan detrás de la precesión que arrastra La Callejoneada, la que musicaliza la ciudad con los tambores y las trompetas de la banda que hace bailar al ritmo de la Marcha Zcatecana a los andantes ya pasados de jarritos mezcaleros.
Zacatecas, una de las pocas ciudades en México - si no es que la única- que carece de kiosco en su parque central, es orgullosamente poseedora de múltiples museos que sacan a relucir la excepcional cultura que brota por las paredes de cada rincón de sus calles y a cada metro que ocupa el estado que conecta a la Ciudad de México con el norte del país. Entre ellos, el Museo Manuel Felguérez, antes cárcel; el Museo Rafael Coronel que guarda una extensa colección de mascaras de todos los estados de “el ombligo de la luna”; el Museo Pedro Coronel que alberga obras del artista plástico que le da nombre; y el Museo Zacatecano el cual presenta estéticamente a la cultura huichol.
Rodeado de un paisaje semi- desértico, Zacatecas adquirió la condición de estado en 1823, haciéndose famoso por su principal actividad comercial, la minería, con la ciudad de Fresnillo como la capital de la plata. Claro que ahora, al verse víctima del cambio, los pobladores “viven de las remesas y del turismo porque las minas ya no dan mucho”.
Zacatecas, Zacatecas. Autor Paloma Oseguera. |
Al año 2000, 65 631 habitantes de Zacatecas salieron de esta entidad para vivir el “Sueño Americano”, esto significa 48 de cada 1 000 personas, cuando el promedio nacional de migración es de 16 de cada 1000, según el INEGI; dejando así, a por lo menos 9 municipios zacatecanos sin hombres, según un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Casa de Ramón López Velarde (poeta de la patria) y custodio de extensas zonas arqueológicas, hoy estas tierras también son víctimas de la sangre que la “Guerra contra el Narcotráfico” a salpicado por el país; sufriendo de balaceras y narco bloqueos en las principales carreteras. Pero dichos acontecimientos, no deben privar al mexicano de visitar esta zona del territorio nacional que se caracteriza por la amabilidad de su gente.
Zacatecas espera ser descubierto.
Sitio arqueológico La Quemada, Zacatecas. Autor Paloma Oseguera. |
Mujer huichol, Zacatecas. Autor Paloma Oseguera. |
Municipio de Jerez, Pueblo Mágico, Zacatecas. Autor Paloma Oseguera. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario